Tras ocho años trabajando con los
planes de mejora de Bilbao, los primeros proyectos ya han empezado
a dar resultado. Jose Antonio Garrido sueña con crear
una metrópolis mundialmente modélica, una ciudad
que resulte atrayente tanto para sus habitantes como para los
de fuera. Bilbao Metropoli 30 acaba de llevar a cabo una reflexión
estratégica con miras al año 2015.
-¿Qué es
Bilbao Metropoli 30 y en qué se basa su trabajo? Bilbao Metropoli
30, cuyo nombre también es la Asociación para la
Revitalización del Bilbao Metropolitano, es una asociación
público-privada que nace hace ocho años con el
objetivo de pensar, planificar y dirigir estratégicamente
lo que en principio creíamos que debería de ser
la revitalización de Bilbao. Empezó de forma muy
modesta y ocho años después, Bilbao Metropoli 30
es una asociación con 130 socios públicos y privados.
Empezó básicamente como institución pública
porque fue una iniciativa del Gobierno Vasco, Diputación
de Vizcaya y Ayuntamiento de Bilbao a los que luego se incorporaron
los treinta ayuntamientos del Gran Bilbao. Por eso se llama Bilbao
Metropoli 30 y posteriormente se le fueron incorporando instituciones
privadas. Hoy el número de instituciones privadas es mayor
al de las instituciones públicas. Entre ellas se encuentran
las grandes empresas de Bilbao como Iberdrola, BBVA y BBK, medianas
empresas y todo tipo de instituciones.
Empezamos
hace ocho años haciendo un plan estratégico para
la revitalización del Bilbao Metropolitano en donde, entre
otras cosas, apostamos por la capitalidad cultural de Bilbao,
el Guggenheim y también por unas fuertes infraestructuras,
de ahí el metro. Yo recuerdo que cuando empezamos los
medios de comunicación hablaban de "Bilbao la ciudad
de las maquetas y los proyectos", y esos proyectos se han
hecho realidad. Esta asociación tiene dos características.
La primera, que es una asociación sin ánimo de
lucro y la segunda, que nosotros no manejamos ni dinero ni inversiones.
Lo que manejamos es pensamiento y conocimiento. Por lo tanto,
somos los que planificamos el futuro. En estos momentos hemos
lanzado la reflexión estratégica del año
2015.
-El trabajo realizado esos
ocho años, ¿cómo ha influido en el cambio
de imagen actual de Bilbao? Fundamentalmente
creo que esta asociación ha sido la pionera en transmitir
la imagen del Bilbao de hoy, esa imagen en la que muy pocos creían
hace ocho años. Nosotros hicimos una apuesta muy seria
en transmitir la necesidad de revitalizar ocho temas críticos.
Entre ellos se encontraban la formación de la gente, las
infraestructuras, la capitalidad cultural, la regeneración
urbana, la regeneración medioambiental y la cohesión
social, porque nos dimos cuenta que había una falta de
coordinación en torno sobre todo a los que se podían
quedar fuera. Tal vez estábamos diseñando un Bilbao
con bolsas de pobreza.
Yo
creo que hemos servido para ser los pioneros de una nueva visión
de Bilbao transmitida a través de medios de comunicación
y multitud de encuentros. Bilbao es una ciudad viva, es una ciudad
con ilusión. Un aspecto muy importante es que nos hemos
convertido en una especie de embajadores de Bilbao en el mundo,
porque a lo largo de estos ocho años hemos tenido relación
con todos los procesos de avance de ciudades muy avanzadas, tanto
en Europa como Estados Unidos. Nosotros empezamos prácticamente
copiando el modelo de la ciudad de Pittsburgh, pero luego hemos
visto y estamos relacionados con ciudades de Estados Unidos como
Austin, Seattle, Baltimore, Texas, ciudades europeas como Leeds,
Manchester... Ciudades todas que han pasado por procesos no solamente
de revitalización sino de visión de futuro. Ésta
es un poco nuestra misión.
-Bilbao ha cumplido 700
años y últimamente está en boca de todos.
¿Cuál es la clave de ese éxito? Yo creo que fundamentalmente
ha habido dos razones para el éxito de estos últimos
diez años. Uno ha sido el impulso, el trabajo y la fe
que han tenido en esos proyectos las instituciones públicas.
Tanto Gobierno Vasco como Diputación y Ayuntamientos apostaron
muy seriamente, son los artífices de este llamémosle
éxito. La segunda es que a partir de eso, lentamente al
principio pero más intensamente los últimos años,
se ha podido comprobar que la colaboración público-privada
es lo que hace que las ciudades puedan tener éxito en
lo que es el desarrollo de las mismas. Y ésto no es un
invento de Bilbao, sino que se ha visto en todas las ciudades
del mundo.
-¿Cuáles
han sido en su opinión los cambios más significativos
de la capital en la última década?
Los cambios que se ven a la vista tienen que ver con dos cosas.
Una de ellas son las infraestructuras. Hace ocho años
no teníamos metro ni el superpuerto. Tenemos una serie
de infraestructuras que todavía se van a mejorar en un
proceso ininterrumpido al futuro. También está
el fenómeno Guggenheim.
Yo creo que más allá de lo que ha sido el éxito
de un museo, es el fenómeno de un sueño hecho realidad.
Nosotros en la reflexión estratégica de 2.010 lo
decíamos: "venga usted a Bilbao a desarrollar sus
sueños". Y el ejemplo más vivo de ese sueño
es Frank Gehry, que desarrolla un proyecto que es el proyecto
de su vida. No lo había desarrollado en ningún
sitio y encuentra en Bilbao el sitio para hacerlo. Más
allá de lo que pueden ser los aspectos turísticos
en torno a lo que se ha convertido Bilbao, una metrópoli,
hay una fusión colectiva. No sólamente del propio
bilbaíno sino del que viene de fuera en pensar que es
una ciudad en donde merece la pena vivir y se pueden desarrollar
las ideas y los sueños de uno. Hay unos entornos tecnológicos,
universitarios, científicos, económicos, etc. por
lo que se puede vivir aquí. Si además conseguimos
que la calidad de vida que también lo pretendemos sea
alta, yo creo que estamos dando con las claves del éxito.
-En torno al Guggenheim
la preocupación de algunos era que el museo pudiera llegar
a eclipsar la ciudad. ¿Esas preocupaciones guardan alguna
relación con la realidad?
Yo creo que el museo es un punto de referencia. Más que
un punto de referencia es el buque insignia de una idea, la idea
que antes mencionaba de hacer realidad los sueños en Bilbao.
En ese sentido, el visitante no sólo turístico
sino también el que viene a Bilbao por negocios, por la
universidad o por
lo que sea, empieza a descubrir también un Bilbao con
un desarrollo de la cultura más allá del museo.
Hemos tenido por el premio Iberdrola de ciencia y tecnología
en el jurado a cuatro premios Nobel. Esos premio Nobel además
de descubrir el Guggenheim, han descubierto un Bilbao con el
Palacio Euskalduna donde se puede escuchar una ópera,
también un Bilbao gastronómico. Es decir, que no
es el Guggenheim. Eso se está descubriendo poco a poco.
El Guggenheim puede ser el faro que en estos momentos esté
atrayendo a mucha gente, pero es otro Bilbao. Si se adentra uno
en él se descubre un Bilbao en el que merece la pena vivir.
-Parece que a algunas zonas
de la ciudad se les ha dado mayor relevancia que a otras a la
hora de remodelarlas. ¿Hay alguna intención por
recuperar esas otras zonas? Yo creo que sí,
lo que pasa es que los proyectos de recuperación son a
largo plazo. Una de las características que tiene esta
asociación y lo dijimos desde el principio, es que nosotros
pensamos a largo plazo. De echo, nuestra reflexión es
para el 2010. Los procesos son largos, el ejemplo de todo esto
es la ría de Bilbao. La ría que se extiende a lo
largo de 14 km los bilbaínos la veremos pronto limpia.
Ésto no se lo cree la gente pero ya hay casi 7 km de la
ría en donde hace diez años no había ni
vida vegetal ni vida animal y ya se puede pescar. La veremos
total y absolutamente limpia, pero son procesos largos porque
son inversiones muy fuertes.
Se empiezan a ver cosas y las
zonas más desfavorecidas acabarán de alguna manera
revitalizadas. Hay una conciencia por parte de los poderes públicos
que también la comparte la iniciativa privada de que no
se pueden dejar zonas de atraso en atraso. Hay que ir a por todas
porque al fin y al cabo el Gran Bilbao es un millón de
habitantes y en Euskadi somos dos milllones cien mil habitantes.
Yo creo que merece la pena luchar para que nadie se quede fuera
de todo esto. Además aunque sólo sea una solidaridad
pragmática, debemos pensar en que nadie se puede quedar
atrás. No puedes tener bolsas de gente discriminada porque
se te vuelve en contra, más allá de las solidaridades
que luego pueda tener cada uno personal o colectivamente.
-Entre tanto cambio, tantas
obras de arquitectos extranjeros... ¿se corre el riesgo
de que cambien la forma de ser de Bilbao? Yo creo que no, porque
una de las cosas es que todos estos personajes se identifican
fácilmente con Bilbao. Y si ya tienen una referencia se
van a identificar todavía más. Para nosotros los
rostros de Gehry y Foster son ya rostros habituales. No es una
persona que ha venido aquí, ha hecho un diseño
arquitectónico y se ha marchado. Quedan vinculados a la
ciudad. Bilbao es una ciudad que acoge a todo el que quiere desarrollar
ideas aquí, éso es lo más importante.
-¿Cómo ve
usted el Bilbao actual en el mundo del arte y la cultura a nivel
europeo?
La verdad es que
yo soy forofo de Bilbao y a lo mejor soy imparcial. No sólo
el Bilbao actual, yo creo que Bilbao tiene una tradición
importante del arte y de la cultura. Hay algunos bilbaínos,
también algunos vascos, que desconocen algunas instituciones
que en Bilbao son centenarias dentro del mundo de la cultura.
Me voy a referir a una de la que mi mujer y yo somos socios desde
hace treinta años, la Sociedad Filarmónica. La
Filarmónica es una sociedad privada que aproximádamente
da al año el orden de alrededor de treinta conciertos
de cámara. Son conciertos que en su conjunto probablemente
sólo se puedan escuchar en Europa en París, en
Londres, en Berlín y poco más. Por lo tanto, hay
una tradición cultural importante. Si a toda esa tradición
cultural le añades un impulso fortísimo nacido
directamente de esa idea de capitalidad cultural (más
allá de esa capitalidad en torno a lo que es la
Comunidad Autónoma, con una proyección exterior
más grande), yo creo que entre las ciudades europeas,
Bilbao por su tamaño es la número uno. La número
uno en torno al conjunto de lo que podríamos llamar cultura.
Pero en otros aspectos compite con ciudades bastante mayores
que ella en población. Y no es ninguna bilbainada. Sólo
hay que ver la programación del Palacio Euskalduna, del
Arriaga, de la Filarmónica, del museo Guggenheim o del
museo de Bellas Artes.
-¿Existe alguna
red de ciudades similaren en el mundo y cuál puede ser
la aportación de Bilbao a la misma? Bilbao pertenece
a dos redes. Una de ellas es Eurocities. El alcalde de Bilbao
Iñaki Azkuna es el presidente actual de Eurocities y Bilbao
Metropoli 30 le hace la secretaría técnica a la
alcaldía de Bilbao. Por otra parte, pertenecemos al CIDEO
que es el Centro Iberoamericano del Desarrollo de Ciudades.
Ahí se encuentran Barcelona, Bilbao, Rio de Janeiro, Monte
Rey, Buenos Aires, etc. Pero además y ésto es muy
importante, estamos en conexión con las ciudades que hoy
son punteras en el mundo en lo que a desarrollo ciudadano se
refiere. Con esas ciudades que anteriormente citaba tenemos una
red en donde permanentemente nos transmitimos información
y nos reunimos. En ese sentido, esta asociación tiene
una vida grandísima en torno a traer conferenciantes y
realizar encuentros. Nosotros manejamos alrededor de 1.500 o
2.000 personas al año con motivo de actividades de trabajo.
Fundamentalmente es gente que pertenece a nuestros asociados.
Formamos comités y grupos de trabajo para estudiar determinados
aspectos que son referentes de esas ciudades.
El protagonismo de Bilbao en la red de ciudades mundiales es
muy importante. El ejemplo de la revitalización de Bilbao
se presenta hoy en el mundo como un caso de revitalización
de éxito. Nos llaman sistemáticamente cuando hay
congresos internacionales sobre desarrollo de ciudades para exponer
el caso de Bilbao, porque el ejemplo de Bilbao es un ejemplo
a seguir. Y no vamos a más porque si viéramos la
lista de todos los que nos piden que participemos, estaríamos
participando todo el año y también hay otras cosas
que hacer.
-¿Cómo definiría
el Bilbao de 2.025?
Como decimos en la reflexión estratégica, el Bilbao
de 2.025 tiene que ser un Bilbao en donde las personas, el conocimiento
y la innovación sean la clave de
ese Bilbao. Son claves que para el 2.025 tenemos que tener descubiertos
ya, con cara y ojos a los líderes de ese Bilbao que evidentemente
tendrán que ser jóvenes y menos jóvenes
también. Tenemos que tener un Bilbao en donde el conocimiento
sea el recurso económico más importante. En defintiva,
el conocimiento son personas. Un Bilbao que sea mejor todavía
de lo que es ahora en la red o networking de ciudades mundiales.
Y un Bilbao en el que la calidad de vida sea para todos altísima
y en donde merezca la pena vivir. Un Bilbao que se nutra internamente
del conocimiento y que sea capaz de atraer conocimiento. Lo que
nos interesa es que todo el que quiera desarrollar cosas venga
a Bilbao. Y para eso habrá que darle un entorno donde
se sienta confortable, a gusto y bien. Fotografías de José Antonio
Garrido: Estibalitz Ezkerra
El resto de las fotografías pertenecen a las páginas
web de la BBK, Palacio Euskalduna y Bilbao Metropoli 30
Euskonews & Media 82.zbk (2000
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